Atiendo decenas de chats al día y he aprendido a reconocer desde la primera frase a un tipo de persona que he llamado el “Emprendedor Pesimista”.
El emprendedor pesimista, en su mente, ya quebró el negocio sin haberlo empezado. Según él nunca tiene dinero para invertir, nunca le queda tiempo, no tiene contactos y en todo lo que se le ocurre ya hay demasiada competencia.
Esta persona manifiesta el deseo de emprender, pero no está dispuesta a trabajar por ello ¿Te suena a ti? Pon atención.
Aunque el dinero es útil, una buena idea tiene un valor incalculable ¿Tienes tiempo para ver Netflix? Entonces tienes tiempo para trabajar por lo que deseas ¿No quieres competencia? En un buen negocio siempre la habrá, entonces debes preocuparte por hacerlo diferente o hacerlo mejor.